Tod@s tenemos o hemos tenido compañeros o compañeras a las que les resultaba muy fácil hablar, pero también otros a los que nunca escuchábamos ni si quiera en el recreo o en momentos “libres” (cuando no había llegado el profesor por ejemplo). ¿Qué deberíamos hacer con estos alumn@s?
Yo creo que es muy difícil hacer que alguien tímido o alguien que tiene miedo hable. Cuanto mayor somos esa timidez si no se trabaja o se intenta anular va incrementando. Pienso que es algo que se debe de trabajar desde que somos pequeños.
Porque desde que somos pequeñitos unos niñ@s son más audaces que otros, más elocuentes, los niñ@s de los que siempre hay que estar encima porque son unos “trastos”, pero… ¿Qué pasa con los que no necesitan de nuestra atención? ¿Los que pasan desapercibidos? ¿Los buenecitos? Quiero pensar que hoy en día esto cada vez ocurre menos y que en una clase de 3º de la Eso, por ejemplo, hablan la mayoría de alumn@s, no lo sé. (Agustín ¿qué opinas?)
Aquí os dejo un vídeo sobre consejos que… porque no podríamos ponerlo en clase y también el enlace que me ha llevado a plantearme esta entrada, un poco largo, pero por lo menos entretenido.
Laura Marín Lérida
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