Buscando
un tema sobre el que hablar en el blog, he decidido que estaría bien que fuera
sobre el consumo de drogas entre los adolescentes y jóvenes, porque
cuando se comentó en clase me llamó la atención. Para la entrada he utilizado un artículo los docentes ante los
consumos de drogas y las actuaciones para su prevención. En él se
establecen los resultados de la Encuesta sobre Drogas a Población Escolar 2000,
realizada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas,
manifestando la incursión social que tienen las drogas:
Datos
que han hecho de la comunidad escolar un espacio desde el cual fomentar la
acción preventiva frente a los consumos de drogas porque tienen una presencia importante
y pueden toparse con apariencias exitosas.
La población de referencia la
integran docentes españoles de Enseñanza Obligatoria. El patrón utilizado fue
el de las Comunidades Autónomas y dependiendo del centro público o privado.
Hay conformidad entre los
profesionales y las instituciones sobre el campo de la prevención escolar de
las drogodependencias para establecer la escuela como el ámbito central en el
desarrollo educativo de los escolares, la prevención debe estar basada en la
educación. Una educación según el XX Informe del Comité de Expertos de la
Organización Mundial de la Salud en Farmacodependencia, debe ser pensada como
“un profeso bilateral en el cual la facilitación del aprendizaje y la
maduración es más importante que la adquisición de conocimientos y cuya
finalidad es aumentar la capacidad para tomar decisiones, esclarecer los
valores, facilitar su puesta en práctica y desarrollar la aptitud para
enfrentarse con diversas situaciones”.
La mayoría de los profesores no
estima que el problema de las drogodependencias tenga una particular incidencia
en su centro escolar.
A pesar de no advertir los
consumos de drogas como un problema a destacar, sitúan la revención y la
educación para la salud entre los asuntos o disciplinas prioritarias que tienen
que ser planteadas transversalmente en la clase, por detrás solo de la
educación cívica y moral. (Figura 6).
Hay que advertir que el consumo
de drogas entre los escolares tiene que ver con el desarrollo de las
actividades escolares o familiares propias de la edad, consolidando una
percepción social del fenómeno caracterizada por la “normalización de los
consumos de drogas”.
El nivel de instrucción de los
docentes sobre los programas de prevención de las drogodependencias es bajo. La
formación se ha canalizado a través de cursos de educación para la salud con
contenidos específicos sobre prevención de las drogodependencias, de cursos
específicos sobre prevención o a través de ambas vías.
Hay una valoración general
positiva sobre la formación recibida.
Casi la mitad de los profesores
manifiesta haber realizado alguna actuación preventiva en el aula en los últimos
5 años. La comprobación de las actividades preventivas confirma que han tenido
un carácter puntual. Los principales puntos acometidos han sido la información
sobre drogas o la educación para la salud, la toma de decisiones, la
autoestima, las actividades de ocio y tiempo libre, las habilidades sociales y
recursos personales y el autocontrol emocional.
Coexiste un criterio mayoritario
entre los docentes sobre la carencia de las actuaciones para prevenir los
consumos de drogas. Sin embargo, la valoración de la utilidad sobre las
intervenciones es muy alta. Así mismo, la gran mayoría de los profesores
establece que las actividades preventivas desarrolladas, tanto en el centro
como en el aula, han sido bien recibidas por los alumnos.
La prevención de las drogodependencias
y la educación de la salud tienen un alto grado de sensibilización. Pero queda
mucho trabajo que realizar, ya que poco más del 25% de los docentes ha recibido
formación en dicha materia, habiendo aún un gran desconocimiento de los programas
de prevención escolar.
Los mismos profesores estima
insuficientes las acciones preventivas, muchos de ellos creen que la
implementación en al menos el 50% de las aulas deben de hacerse intervenciones
sistemáticas al respecto.
La mayoría de los profesores que
aun no han desarrollado programas preventivos, tienen una mayor disposición
para hacerlo en el futuro, con las condiciones de que existan apoyos externos
de expertos en el tema y de materiales de apoyo que faciliten sus
intervenciones con los alumnos.
Para finalizar, me gustaría que
se planteara sí ¿creéis realmente que existe un problema? ¿Cómo lo haríais
vosotros como docentes?
Laura Marín Lérida
Muy interesante, Laura, pero... faltan enlaces a las fuentes de información y, sobre todo ¿qué harías tú como docente?
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