Tras hacer más de mil
Kilómetros, en coche, en apenas tres días he tenido mucho tiempo para pensar y
una de las reflexiones que me asaltaron fue la de que si algún día tengo que
enseñar geografía, los trayectos navideños pueden ser un gran apoyo.
La idea es la que
muchas veces nos ha comentado Agustín de llevar lo que pone en los libros a la
vida real. En estos trayectos los alumnos pueden ver los diferentes climas, el
espacio rural, frente al espacio urbano, las vías de comunicación, los
diferentes paisajes y espacios según las actividades económicas de cada zona,
cómo se distribuye la población….etc.
Por ejemplo en el
trayecto que yo realice pasé del clima mediterráneo de interior que caracteriza
a nuestra tierra a un clima de montaña, pasando por la depresión del Ebro. En
este caso se podría pedir a los alumnos que explicaran las diferencias y las
razones de que se produzcan (altitud, latitud, proximidad al mar, paso de ríos
importantes….).
Otra herramienta que
encontré en este viaje fue la autovía Teruel-Huesca, que es como una bendición
tras recorrer la tortuosa nacional Taracón-Teruel, aquí a los alumnos se les
podría hacer reflexionar sobre cómo se van tejiendo las vías de comunicación
(intereses económicos, políticos, trabas medioambientales para que se
extiendan….). Y por último en ese viaje se puede reflexionar sobre el paisaje
rural y urbano y sobre las diferentes actividades económicas porque durante
muchos kilómetros no encuentras pueblos o son muy pequeños y ya bastante antes
de Zaragoza ves como todo el paisaje cambia aparecen urbanizaciones,
polígonos…etc
Me pareció que si
indicas a los alumnos estos aspectos para que en sus viajes/trayectos de
navidad los observen estás provocando que reflexionen sobre temas de geografía
y de paso quizá puedan encontrar más sentido en lo que les enseñamos.
Un saludo y felices
fiestas.
Christian Fernández
Oñate.
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